Semana Santa...

Relajamos el ritmo, y es que a poco más de un mes para recorrer físicamente el Camino, nos encontramos de vacaciones... y sin bici... en fin, las próximas semanas tocará recuperar lo perdido.

Dadas las fechas que estamos, y aunque una vez más se me pasan por la cabeza mil temas de los que poder hablar, me centraré en las procesiones de Semana Santa, pero como siempre desde el lado más cercano que en este caso es mi amigo Paco (Paquito).

Paco es una de esas personas con las que compartir cualquier momento supone tener una sonrisa en los labios. Muy buena gente. Muy inteligente. Se puede aprender mucho de él, yo lo he hecho. Todavía recuerdo algunos viajes de trabajo que me tocaron hacer con él... algo tan duro como podía ser conducir de sol a sol (en verano supone cerca de 14 horas) se convertía en pasar de una conversación a otra, de una discusión a otra... "si no te llevo la contraria, no hay conversación". Creo que él también tiene un buen recuerdo de aquellos momentos.

Paco, que no se caracteriza por ser religioso, este viernes Santo salía en procesión después de estar 2 años de preparación (el año pasado la lluvia no lo permitio). Es duro estar todo un año entrenando, preparando, pensando, planificando para que el día señalado todo se vaya al traste por la lluvia... y es que se va al traste, no hay plan b posible. Como en la aventura de nuestro Camino, creo que la experiencia hay que disfrutarla desde la primera vez que te reunes en la cofradía... si luego llegas a salir en procesión ya es la lecha.

Esta vez el tiempo lo ha permitido y 40 personas (hombres y mujeres) han llevado con orgullo, dignidad y mucha satisfacción una imagen de más de 900 kilos durante más de 2 horas con otras cofradías en la ida, y 1 hora de vuelta en la procesión del silencio... estoy deseando hablar con él para que me cuente como ha quedado el hombro que debía soportar todo el peso, y sobretodo como se ha quedado él despues de conseguir su objetivo.

El año que viene, junto con Paco saldrá su hijo Rubén... otro rayista de tomo y lomo que con orgullo pasea su afición por estos colores.

Foto de penitente encontrada una vez más gracias a Google. Llegado el caso se sustituirá por una correspondiente a la historia contada.